Notas de Bruselas

Presentación

Raimon Obiols publica en este blog sus comentarios sobre la actualidad.

Twitter

App para iPhone


Raimon Obiols NdB

Etiquetas

Traductor

Últimas noticias

Blogs y enlaces

  • RSS
  • Atom
  • « | Inicio | »

    Lecciones de Italia

    Publicado por Raimon Obiols | 19 Abril, 2008


    Imprimir Imprimir

    Éste es un chiste de Altan publicado en la revista L’Espresso después de las elecciones italianas del 2001. Visto ahora, se podría sacar la conclusión que no tuvo razón entonces, pero ahora sí. ¿Podían haber ido peor, las elecciones italianas? La respuesta es: para la izquierda, no. Y para el país probablemente tampoco; ya lo veremos. Entretanto, esta semana, el Economist titula en portada: ¡Mamma mia!

    Giuseppe Tamburrano, en un artículo en L’Unità (“Sinistra, che fare?“), dice que Veltroni,aun teniendo sus raíces en la izquierda histórica, ha hecho todos los esfuerzos por no aparecer (¿y no ser?) de izquierda, rechazando incluso la palabra, la etiqueta “izquierda”, para disputar al otro polo la representación de los intereses y sectores moderados y ocupar el área de centro”.

    Pero en la medida en que el Partito Democratico de Veltroni se presentaba como la única posibilidad de detener el retorno de Berlusconi, el nuevo partido se ha comido todo lo que tenía a su izquierda. En la Cámara y en el Senado no ha quedado ni un solo parlamentario socialista, comunista o de la “izquierda difusa”. Uno de cada dos votos de éste sector se ha inclinado por el “voto útil” al PD. Resultado: han pasado del 10% al 3%. Bertinotti, el líder de Rifondazione que encabezó las listas de estos sectores, agrupados en la Sinistra Arcobaleno, se retira; Boselli, el líder de lo que quedaba del viejo PSI, dimite (ha obtenido menos del 1%). El PD se alió con una pequeña lista que ha conseguido algunos escaños y que tampoco se define cómo de centro-izquierda: la Italia dei Valori del magistrado de Mani Pulite, Antonio Di Pietro.

    Vistos los resultados, el “voto útil” ha sido inútil. Veltroni ha quedado a una distancia de 9 puntos de Berlusconi. El nuevo PD no ha conseguido penetrar en el electorado de centro y ha tenido unos resultados significativamente bajos en el norte del país. Allí, los resultados de la Lega de Umberto Bossi, que ha doblado los votos con un discurso populista y xenófobo, son bastante impresionantes, sobre todo en la Emilia Romagna. La Lega ha captado electorado popular, de izquierda.

    En todo caso, se ha producido una drástica simplificación del panorama político. Este elemento es en principio positivo, si tenemos en cuenta el hecho delirante de que Prodi gobernó, crisis tras crisis, con una coalición de nueve partidos. Pero es negativa – y mucho – la dramática desaparición de las izquierdas en el Parlamento, que no es atribuible únicamente al “voto útil” al PD. También han contado mucho los errores propios. En una nota anterior, recordaba el comentario de Norberto Bobbio, lamentándose amargamente de la impotencia de las izquierdas para hacer frente a Berlusconi: las izquierdas “mantienen siempre una constante: en los momentos difíciles se dividen para favorecer la derecha”. Las viejas historias han servido para mantener viejas e inútiles fronteras, para no cambiar cuando todo el entorno cambiaba (o, al contrario, para cambiar demasiado hasta hacer desaparecer los elementos básicos de referencia, de identificación, de confianza). Tanto en el uno como en el otro caso, como ha comentado Felice Besostri, “les morts saisissaient les vifs“, los muertos aferraban a los vivos …

    Ahora muchas cosas dependen de la futura evolución del Partito Democratico. Lo más probable es que, como muchos deseaban, en el mundo de la política y de los negocios, se haya llegado a una democracia de alternancia, en la que dos fuerzas, el Popolo della Libertà (PDL) y el Partito Democratico (PD) tendrán la fuerza relativa que tenían en el pasado la DC y el PCI. Pero con una “americanización” de alternancia imperfecta: el Partito Democratico tendrá la misma inacabable dificultad para hacer una mayoría que tuvo, en sus tiempos, el PCI.

    Sólo podrá superar este reto, me parece, siguiendo una ruta distinta de la que ha seguido hasta ahora. Es decir, no yendo hacia un “centro” mítico sino hacia el país real, donde una izquierda que siempre se ha situado históricamente entorno al 40% ha quedado sin representación clara, pero no se ha evaporado: ha quedado huérfana, dispersa, desorientada, se ha encaminado a un “voto útil” inefectivo o a la abstención, pero no ha desaparecido por arte de encantamiento.

    “Si ha aprendido la lección”, escribe Tamburrano en L’Unità, “el líder del Partito Democratico tiene que mirar hacia este espacio, tiene que mirar a la izquierda, hacia aquel proyecto, tantas veces anunciado y nunca ni siquiera empezado, de construir en Italia un gran partido socialista de tipo europeo y, si es posible, más adelantado y moderno que los europeos”. La gran paradoja, señala Tamburrano, es que “el modelo del capitalismo globalizado está en crisis; se acentúa el malestar social en las áreas metropolitanas golpeadas por la recesión y se agravan las dramáticas condiciones de los países pobres golpeados también por una crisis alimenticia de enormes proporciones. Hoy el recurso a la intervención pública es pedido y practicado por el ‘Establishment’. Es el momento de la izquierda: la cual en cambio busca el ‘centro’, defiende el mercado o se empeña en un ‘antagonismo’ fraseológico, mientras los obreros, los trabajadores precarios o con rentas insuficientes, los pensionistas, las familias pobres, los jóvenes en busca de un futuro, los ciudadanos, hartos de tasas y basuras, se van hacia la ‘Lega’ o hacia la desconfianza”.

    Categorias: General, Política europea, Socialismo | 1 Comentario »

    Una Respuesta para “Lecciones de Italia”

    1. ¿Vuelven? | Notas de Bruselas escribió:
      Abril 29th, 2008 at 15:13

      [...] Lecciones de Italia [...]

    Comentarios

    Security Code: