Notas de Bruselas

Presentación

Raimon Obiols publica en este blog sus comentarios sobre la actualidad.

Twitter

App para iPhone


Raimon Obiols NdB

Etiquetas

Traductor

Últimas noticias

Blogs y enlaces

  • RSS
  • Atom
  • « | Inicio | »

    La reunión de Berlín

    Publicado por Raimon Obiols | 23 Febrero, 2009


    Imprimir Imprimir

    En Londres, el próximo 2 de abril, los dirigentes de los países que integran el G20 se reunirán con el fin de abordar un plan de acciones para combatir la crisis económica mundial. De cara a esta reunión, de momento, no hay unas posiciones europeas coordinadas. No hay una política europea común para hacer frente a la crisis financiera y bancaria ni, menos todavía, para adoptar medidas coordinadas de relanzamiento. Por el contrario, tienden a aumentar las tentaciones proteccionistas en el propio ámbito del mercado interior europeo.
    Con el fin de afrontar esta situación, hoy se han reunido en Berlín diez dirigentes europeos: los jefes de gobierno de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y Países Bajos, más el de Chequia (que este semestre preside el Consejo), así como Barroso de la Comisión, Trichet del Banco central europeo y Juncker para el eurogrupo (que reúne a los ministros de finanzas de la zona euro). Es una reunión importante. Veremos lo qué sale de ella.
    Dicen que hay bastante entendimiento entre los gobiernos alemanes y franceses y que, en cambio, hay discrepancias entre éstos y el premier británico, Gordon Brown. “La superestructura británica, formateada para la desregulación, lo bloquea todo“, ha comentado una fuente de la Cancillería alemana, según Le Monde. Además, hay una inquietud creciente de los países pequeños enfrente de los grandes; sobre todo de los países de la Europa central y oriental, que están siendo brutalmente golpeados por la crisis. Temen que la agravación de la situación lleve a los gobiernos de las economías mayores a adoptar programas proteccionistas. El gobierno francés, en particular, es criticado por su plan de apoyo de 6.000 millones de euros a su industria automovilística.
    En Europa central y del este hay una situación muy mala. Ya se ha cobrado una víctima política con la caída del gobierno de Letonia. Veinte años después de la caída del muro de Berlín, está apareciendo un nuevo riesgo de división entre la Europa occidental y la de los países centro-orientales. Éstos han apoyado su marcha económica en una dependencia fuerte de las inversiones extranjeras. Lo esencial de su sistema bancario está bajo el control de grupos europeos occidentales (austriaco, alemanes, italianos, belgas, holandeses, franceses, etc.). Con la crisis, estos grupos repatrían a su país de origen una parte de los capitales, y aprietan fuertemente las condiciones de crédito a las empresas locales. Cuando además hay una depreciación de las monedas, se genera una situación pésima. Es el caso del zloty polaco, que ha perdido más de la mitad de su valor en relación al euro, en pocos meses. Estos países temen que las ayudas públicas concedidas a los bancos en su país de origen impliquen una aceleración del repatriamiento de capitales, que condenaría a sus filiales de la Europa oriental.
    Franceses y alemanes dicen que quieren llevar a la reunión del G20 propuestas concretas para regular los mercados y los actores financieros; concretamente controlar los “agujeros negros” de las finanzas que significan los paraísos fiscales y los hedge funds (fondos especulativos). Con respecto a los paraísos fiscales, se plantea, en Europa, la cuestión de Andorra y Mónaco (que Le Monde tilda, curiosamente, de “dependencias francesas“), así como de Liechtsenstein: son los tres Estados europeos que figuran en la lista de paraísos que la OCDE estableció el año 2000.

    Le Monde dice que, sobre los hedge funds, franceses y alemanes “querrían poder investigar en profundidad las cuentas” mientras que las posiciones británicas se contentan “con simples informaciones suministradas voluntariamente por los gestionarios en las autoridades de control“.
    Tampoco hay una posición común respecto la manera de sanear los bancos. Le Monde cita a un experto: “los dirigentes se pondrán de acuerdo sobre la necesidad de limpiar el balance de las bancas pero escogerán las modalidades que prefieran“. Sin ser un experto en la materia (es lo mínimo que puedo decir), a mí me parece que mantener esta situación es un disparate.

    En cambio, parece más fácil un acuerdo sobre cuestiones como la ampliación del papel y de los medios del FMI y del Foro de estabilización financiera.(Los participantes han acordado doblar su contribución a la financiación del FMI).

    Categorias: Parlamento europeo, Política europea, Trabajo | Sin Comentarios »

    Comentarios

    Security Code: